He tenido la oportunidad de sobar a este perrito como cinco veces en los últimos meses. Lin nunca ha estado conmigo cuando me lo he encontrado y me envidia, y de alguna manera me lo sigo encontrando exclusivamente cuando no ando con ella. Ya se ha vuelto un chiste entre nosotros. Entro al apartamento. “No vas a creer a quién vi abajo”. “¿Otra vez el samoyed?”.